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pastoral JUVENIL

  vocacional

Es la pregunta incesante que se hacen tantos jóvenes, chicos y chicas, que tienen hambre de Dios y sed de felicidad.

Buscan inquietos lo noble, lo sublime, lo que puede llenar su corazón, su vida entera de algo grande, de algo que merezca la pena.

Y Jesús, a esta pregunta, responde con una invitación: “Ven y sígueme”

Joaquín Alonso escuchó el susurro de esa voz y respondió con valentía y generosidad a la invitación de Jesús.

Y comenzó un camino de Providencia, de abandono en las  manos de Dios.

Otras muchas jóvenes siguieron y siguen este camino hasta el día de hoy, tras las huellas de Joaquín que son las huellas de Dios.

Continuar este camino merece la pena. Es el camino del amor y de la confianza en Dios,  nuestro Padre.  Es el camino de la verdadera felicidad, porque solo Dios puede hacernos completamente felices.

Tú,  joven, que buscas dar un sentido a tu vida, ¡no tengas miedo y síguele!

Señor, ¿Qué quieres de mí?

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